Contar con mallas filtrantes de acero inoxidable es contar con componentes esenciales para diferentes tipos de industria. Aunque parecen de fabricación y estructura simple, cuentan con curiosidades realmente interesantes.
Curiosidades y datos poco conocidos sobre las mallas filtrantes de acero inoxidable
Las mallas filtrantes de acero inoxidable esconden propiedades que pueden explicar lo confiables y versátiles que pueden llegar a ser. Te daremos a conocer algunos detalles que pueden ayudarte a comprender su importancia.
1. No todos los modelos se fabrican por igual
Aunque visualmente suelen ser muy similares, la realidad es que se pueden fabricar sobre tejido o sinterización. Estos casos ocurren de la siguiente manera:
· Las que son tejidas son elaboradas al entrelazar hilos metálicos como si fueran una tela.
· Las que son sinterizadas suelen crearse al compactar diferentes capas que luego se fusionan con calor controlado. Así se tiene un resultado rígido.
Lo curioso de este proceso es que, aunque se usa calor extremo en la sinterización, sus propiedades se mantienen. Como por ejemplo el de la resistencia a la corrosión.
2. Existen modelos que pueden filtrar partículas más pequeñas que un cabello humano
Los modelos que son más finos pueden llegar a tener aberturas que se miden en micras. Esto lo podemos ver en que un cabello humano mide de 50 a 70 micras y estos modelos pueden tener aberturas de hasta 20 micras.
Es un nivel de precisión bastante alto que permite su uso para filtraciones que son ultrafinas. Un ejemplo de esto es su uso en la producción farmacéutica o para el trabajo con aceites especiales.
3. El tipo de acero inoxidable puede marcar la gran diferencia
Una curiosidad que es bastante interesante es que, muchas personas consideran que están hechas del mismo tipo de acero. En realidad, se tienen diversas aleaciones en este tipo de componente.
· 304: se usa con excelencia en aplicaciones comunes por su resistencia a la corrosión.
· 316: cuenta con un mejor desempeño frente a químicos agresivos y ambientes marinos.
· 310 o 430: suele usarse para elementos de alta temperatura o donde existe un magnetismo específico.
Con esto se puede tener una igualdad visual en cuanto al tipo de mallas filtrantes de acero inoxidable que se usen. Sin embargo, desempeñan tareas diferentes según su composición.
4. Algunos modelos pueden soportar temperaturas extremas
Dependiendo del tipo de acero, algunos de los modelos pueden soportar temperaturas que son realmente altas. Van desde los -200 ºC hasta más de 800 ºC sin que se pierda su integridad estructural.
Es por eso que podemos ver su uso en producción petrolera, procesos térmicos, filtración de gases o tratamientos criogénicos. Son pocas las soluciones de este tipo que tienen esta versatilidad térmica para ofrecer.
5. La geometría importa mucho más de lo que parece
Más allá del tamaño de la abertura, la forma que tenga puede afectar el flujo y el desempeño. Es por eso que existen algunas con patrón rectangular, cuadrado o incluso “twill weave”, donde los hilos tienen patrón diagonal.
Los tejidos que son más complejos suelen permitir mayor resistencia con menos material. En cambio, una malla densa no siempre filtra adecuadamente, ya que retiene aire, líquidos o ralentiza el proceso.
6. Suelen ser bastante ecológicas
Este tipo de acero suele ser 100% reciclable. Cuando finaliza su vida útil, se puede reciclar sin que pierda sus propiedades. Esto le permite tener una solución bastante sostenible en comparación con opciones sintéticas o de un solo uso.
Aplicaciones sorprendentes que pueden tener estos componentes
Más allá de los usos típicos de filtrado industrial, pueden tenerse usos realmente inesperados que quizás no sabías. Entre ellos se encuentran los siguientes:
· Para la fabricación de instrumentos musicales, ya sean partes de silenciadores o para la regulación del flujo de aire.
· En el arte y el diseño pueden ayudar a la precisión por sus patrones geométricos.
· Para filtros de alta precisión para drones y equipos de laboratorio que son portátiles.
· En la producción de bebidas artesanales, sobre todo en la filtración de granos o sedimentos.
Es la combinación de resistencia, estabilidad y diseño lo que permite que se pueda usar en distintas áreas creativas. Toda esta versatilidad le hace llegar a campos que quizás no sabías.
Las mallas filtrantes de acero inoxidable pueden parecer elementos simples, pero en realidad tienen un alto nivel de ingeniería. Conocer estas curiosidades ayuda a comprender por qué son la opción favorita para la calidad de filtrado.
Preguntas frecuentes
¿Las mallas filtrantes de acero inoxidable se pueden reutilizar?
Sí. Su resistencia mecánica y facilidad de limpieza permiten reutilizarlas múltiples veces sin comprometer su desempeño, siempre que se mantengan adecuadamente.
¿Cuál es la diferencia entre una malla tejida y una sinterizada?
La malla tejida funciona como una tela metálica flexible, mientras que la sinterizada combina varias capas fusionadas térmicamente, formando una estructura rígida y de alta precisión.
¿Qué tipo de acero inoxidable es mejor para ambientes corrosivos?
El acero inoxidable 316 es ideal por su alto contenido de molibdeno, que mejora la resistencia frente a químicos agresivos o ambientes salinos.
¿Las mallas pueden deformarse con el calor?
Depende del tipo de acero. Algunas aleaciones pueden soportar más de 800 °C sin deformarse, lo que las hace adecuadas para aplicaciones térmicas.
¿Cómo sé qué tamaño de abertura necesito?
Depende del material a filtrar y del nivel de precisión requerido. Lo ideal es evaluar el tamaño de las partículas y elegir una malla con abertura ligeramente inferior.
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